viernes, 25 de septiembre de 2009

2.15.09.09


Estoy en la sala de espera del banco Barclays para sacar una cuenta donde depositen mi beca, abro la mochila y en vez de retomar mi lectura de “Orgullo y prejuicio” (en inglés para perfeccionar el idioma), saco mi libreta y anoto una conexión de dos puntos.


Nunca se sabe como aparecerán en tu vida las huellas de tus pasos por la de otros y por esos lugares que fueron el escenario del encuentro. Hace prácticamente tres años conocí a Carmen en el Museum Tavern, un clásico pub londinense al frente del British Museum, de ahí la obviedad del nombre. Después de haber recorrido los salones y pasillos de ese gigantesco edificio, venía muy bien refrescarse con una pint of Guinness. En la barra –ya ni recuerdo cómo – conocí a un italiano, Giuseppe, que como buen siciliano no tardó mucho en invitarme a su mesa, ya que allí, entre otras promesas atrayentes, me presentaría a una compatriota. Ahí estaba Carmen, de aspecto un poco duro al comienzo pero muy amable y acogedora al poco andar.


Me gustó participar de esa mesa con gente tan amistosa e interesante. Todos estábamos enamorados de Londres. Había sí una gran diferencia. Ellos llevaban mucho tiempo viviendo, estudiando y trabajando ahí, por lo que podríamos señalar que se trataba más bien de un amor maduro, con aceptación de altos y bajos y con la certeza de lo consolidado a partir de quizás cuanto ensayo y error. Yo, por mi parte, recién empezaba el coqueteo, el enamoramiento de cada una de esas parciales e insuficientes cosas que hacen ligarse tan patológicamente a lo “enamorado”.


Con Carmen tuvimos un capítulo aparte. Hablamos en chileno un buen rato y pude conocer un resumen de su historia. Había vivido muy poco tiempo en Chile. Se había criado en Suiza hasta la adolescencia y había vivido en New York antes de hacer sus estudios de postgrado en UK, Brighton y Londres respectivamente. Pensé que era hija de exiliados pero no era así, Carmen era y es una asilada del mundo. No hay razones ni prácticas que la amarren a un territorio o una lengua. Ella disfruta compartir todos los cielos. Me pareció una mujer muy fuerte, decidida y con una manifiesta vocación política y académica. La conversación se movió de un extremo a otro hasta que llegó a su fin al poco tiempo después que tocaran la campana del último pedido al bar. Yo continué mi viaje y ella su vida en Londres. En ese momento se fundaba lo que hasta entonces nadie hubiera podido pronosticar sería una profunda y no-tradicional amistad.


Después de eso hubo solo correos esporádicos hasta este año cuando Carmen me cuenta que necesita continuar con su tesis de doctorado y que para eso va a Chile (en realidad iba a mucho más que eso). De esta forma volvimos a vernos después de todo ese tiempo. Conversamos como si el tiempo fuera solo un dato. El punto de encuentro fue una de las mesas de afuera del café literario de providencia, el del parque Balmaceda. Nos pusimos al día de los hechos y sueños que ocupaban nuestras vidas actuales. Los cinco meses siguientes, cada uno, a través de sus medios y maneras, acompañó al otro en esta parte del viaje. Ella me ayudó a mejorar mi inglés y yo le colaboré en algunos trámites de las entrevistas que debía hacer para su tesis. Pero fue más allá que una mutua colaboración. Le dimos forma a una amistad desinteresada pero útil para ambos desde una necesidad más esencial y superior que la simple funcionalidad. Se había constituido el esqueleto de lo que hace tres años se había engendrado.


Llevo un día en esta ciudad a la que profesé amor eterno en tiempos de enamoramiento. Volví y cumplí mi promesa. Sin embargo, esta señora bien me está pasando la cuenta, sino fuera por Carmen me tendría literalmente durmiendo a la intemperie. Ayer fue una buena noche, aún con algo de jet lag pero compartiendo un hogar en un departamento hermoso en Islington, al norte de Londres, cerca de Angel (no podía ser de otra forma). Mis primeros días en Londres la asilada del mundo recibe en su casa a uno que anda por las mismas.


2 comentarios:

  1. Bieeeeeeeennnnn!!!!!!!!
    Felicidades y buena estancia en esas tierras.
    Te mando todas las bendiciones desde esta tierra linda que te quiere..

    Un abrazo para ti y cariños a Carme.

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  2. asi es la vida pues!!!
    ..aunque aveces caminas por cuadras tediosas e interminables cuando menos lo imaginas te da una sorpresa justo al llegar al esquina.

    cuidate!
    un abrazo desde el otro lado de mar ! :)

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